Quién lo hubiera dicho viendo la hora inicial de partido, con un Sevilla espeso como pocas veces y un Las Palmas crecido al que sólo pasaba factura su escasa llegada, toda vez que en defensa se mostraba mucho más seguro que en citas pretéritas.
No le salió bien la jugada a Emery, que trató de refrescar el equipo metiendo a Reyes y Konoplyanka. Desacertado el utrerano y voluntarioso aunque intrascendente el ucraniano. Hasta tal punto que tuvieron que entrar Vitolo y Krohn-Dehli para resolver la papeleta cuando la grada mostraba ya su nerviosismo.
Curiosamente, fue Reyes el que tuvo la primera ocasión del encuentro, con un potente pero centrado disparo que Javi Varas desvió a saque de esquina. Parecía en esos minutos iniciales que los rojiblancos querían llevar la manija del encuentro, pero poco a poco fueron perdiendo fuelle y precisión en sus pases.
Quedaba aún un cuarto de hora, pero el encuentro estaba cerrado y sellado. El Sevilla suma su undécima victoria consecutiva en casa y sueña aún con la cuarta plaza mientras que Las Palmas mira con preocupación al futuro.
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