Fazio vio dos amarillas en 24 minutos y condenó al Sevilla a otra tarde de sufrimiento fuera de casa. Aún así logró ventaja al filo del descanso. Su resistencia en el segundo tiempo fue estoica. El Celtahizo todo lo que pudo para dar la vuelta al partido. Se tuvo que conformar con el empate.
Al defensa argentino le faltó más habilidad para evitar su segunda tarjeta. Velasco Carballo, el árbitro, se mostró dispuesto a cortar rápido cualquier intento de desviar el juego hacia caminos menos deportivos. Visto el panorama debió medir mejor antes de cometer una falta fuera de zona que condicionó a su equipo de forma definitiva. El debut de su segunda etapa como sevillista no pudo ser peor.
Unai Emery aprovechó los hombres que ya tenía en el campo para recomponer su esquema. Retrasó a Carriço y dejó a N'Zonzi como único mediocentro defensivo. El plan surtió buen efecto en la primera parte. El Sevilla salió más que airoso gracias a una acción a balón parado que tan mal defiende el Celta esta temporada.
El 0-1 devolvió al conjunto gallego enfurecido de vestuarios. Comenzó el acoso. Hasta el minuto 63 no llegó el empate después de media docena de disparos peligrosos desde fuera del área y un par de buenas paradas de Sergio Rico.
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